La Temprana, famosa guisandera asturiana, no solo era conocida por su maestría en la cocina, bien comentados eran en Asturias sus famosos bailes, quizás su añoranza de cuando emigró a México o cuando estuvo en Los Ángeles y guisó en innumerables fiestas, poco hablaba de estas, era discreta y complaciente como buena anfitriona, la define bien su famosa frase sacada de alguna vieja canción: “Diles a todos que sí, pero no les digas cuándo.”
El caso es que regresó a Asturias y siguió cocinando, inevitablemente con influencias de sus viajes pero sin perder la esencia de su cocina. Y fundó este lugar donde todo empezó de nuevo, como decía su admirada Chavela Vargas: “Uno regresa siempre a los lugares donde amó la vida”.